La turbina hidráulica
La turbina proviene de la evolución de la rueda hidráulica. Esta rueda de paletas, llamada también rodete, fue desarrollada por los griegos y por los romanos, especialmente para moler el grano. La fuerza del agua que bajaba por un canal impulsaba las paletas, las cuales proporcionaban un movimiento rotativo al rodete que hacía de motor y transmitía el giro a un gran disco de piedra. Cuando este disco giraba, rozaba a otro que estaba fijo y molía los granos de trigo u otros cereales hasta convertirlos en harina.
Durante la Edad Media, por medio de ruedas hidráulicas como las mencionadas, se hacían funcionar batanes para la lana, se fabricaba papel, se obtenían polvos, se serraba madera y se hacían machos para forjar el hierro, entre otras aplicaciones. La rueda hidráulica se desarrolló mucho, hasta el punto de que una sola rueda muy grande podía hacer funcionar todas las máquinas de una fábrica.
A mediados del siglo XIX apareció la turbina. A diferencia de la rueda hidráulica, la turbina era cerrada y el agua que entraba en ella se deslizaba por las paletas, llamadas álabes, que tenían una forma curvada muy adecuada para aprovechar al máximo la fuerza del agua. Así, el rendimiento energético de la turbina era muy superior al de la rueda hidráulica tradicional. Existen muchos tipos de turbinas, que se usan según la cantidad de agua disponible, su caudal y el desnivel. En algunas se puede ajustar la inclinación de los álabes para regular la potencia o para compensar las posibles oscilaciones del caudal.
Actualmente las turbinas se emplean principalmente en las grandes centrales hidroeléctricas.
Una turbina hidráulica es una turbo máquina motora hidráulica, que aprovecha la energía de un fluido que pasa a través de ella para producir un movimiento de rotación que, transferido mediante un eje, mueve directamente una máquina o bien un generador que transforma la energía mecánica en eléctrica, así son el órgano fundamental de una central hidroeléctrica.
Por ser turbomáquinas siguen la misma clasificación de estas, y pertenecen, obviamente, al subgrupo de las turbomáquinas hidráulicas y al subgrupo de las turbomáquinas motoras. En el lenguaje común de las turbinas hidráulicas se suele hablar en función de las siguientes clasificaciones:
Turbinas de acción: Son aquellas en las que el fluido de trabajo no sufre un cambio de presión importante en su paso a través de rodete.
Turbinas de reacción: Son aquellas en las que el fluido de trabajo si sufre un cambio de presión importante en su paso a través de rodete.
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